domingo, 13 de febrero de 2011

Carrilleras, tinto y algo más

   Os presento una carne tierna, melosa, untuosa y agradecida. Se trata de unas carrilleras de cerdo, una carne exquisita, que no vemos habitualmente en las cartas de muchos restaurantes y que sin embargo recomiendo consumir por ser fácil de digerir, sin sabores fuertes y que casi no necesita ser cortada, pura mantequilla.



    En la olla elaboraremos gran parte de la receta, rehoganto en un poco de aceite ajo y las carrilleras salpimentadas para así sellar la carne y mantener todos sus jugos. En el momento en que en el fondo de la olla descubramos algo de costra añadiremos las verduras, una cebolla, zanahoria, champiñon pequeño entero, puerro, pimiento rojo y unas alcaparras. Añadiremos también una hoja de laurel y lo recubrimos con vino tinto de buena calidad y un vaso de agua. Insisto en que el vino tinto cuanto mejor sea más se va impregnar la carne de todo su sabor y cuerpo, desde luego que recomiendo un buen Rioja, pero a gusto del consumidor.





   Como guarnición unas patatas fritas en dados o al vapor pueden ser el acompañamiento perfecto. Es muy posible que la salsa no os salga ligada, sobra decir que harina o pan rallado o una de las patatas que habéis cocido triturada será perfecto para engordar y espesar la salsa. Otra opción sería triturar todo dejando a un lado los champiñones, en mi caso prefiero ver todo lo que como.




   Ya veis una receta más para un domingo cualquiera, no olvidéis un buen vino tinto y a disfrutar.

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